¡Renovables sí, pero no así!
La transición a un sistema energético renovable es imprescindible, pero debe hacerse de manera ordenada y con participación social. Desde mi punto de vista falta planificación y ordenación del despliegue de energías renovables por parte del Gobierno, lo que está generado tensiones sociales y rechazo a los "macroparques" eólicos y fotovoltaicos.
La electricidad representa una cuarta parte del consumo energético total y sectores como la industria y el transporte deben avanzar más rápido en su transición.
La transición debe hacerse minimizando los impactos ambientales y sociales, evitando la fragmentación de proyectos para eludir evaluaciones ambientales rigurosas. Es necesario fomentar la generación distribuida, el autoconsumo y la participación local en la propiedad de plantas renovables.
El despliegue renovable tiene que seguir adelante, pero con orden, sostenibilidad y equidad social para evitar especulación y minimizar daños ambientales.