Estas son las CONSECUENCIAS de los proyectos mineros de extracción de Litio:
DESTRUCCIÓN DE ACUÍFEROS Y BALSAS DE LIXIVIADOS ENVENENADAS:
Las enormes voladuras revientan los acuíferos aguas arriba y aguas abajo, y dejan grandes balsas de
lixiviados con productos químicos venenosos como cianuro, mercurio y ácido sulfúrico.
Las empresas están obligadas a mantener la seguridad de estas balsas, pero la experiencia dice que cuando han
sacado el mineral que desean, recogen las ganancias, muchas dan en quiebra y quedan las balsas abandonadas
a su suerte; cuando se producen fuertes aguaceros pueden reventar y envenenar todos los valles aguas
abajo, en nuestro caso, a todo el río Águeda. Luego es la administración la que restaura con dinero público
como sucedió en la mina de Aznalcóllar.
GRAVE CONTAMINACIÓN DEL AIRE POR POLVOS TÓXICOS EN SUSPENSIÓN:
Las explosiones y movimientos de rocas y tierras en grandes proporciones, provocan enormes cantidades de
polvo en suspensión que se desplazan hacia los pueblos habitados cercanos, como serían Villasrubias, El
Payo, Navasfrías, Peñaparda e incluso Robleda.
Se trata de un “polvillo” tóxico formado por productos químicos pesados que son absorbidos por los seres
humanos y animales domésticos y salvajes. Esto pone en peligro la salud de los habitantes de los pueblos y
aleja el interés turístico.
CONSUMO DE MILLONES DE LITROS DE AGUA PARA LA EXPLOTACIÓN:
Las empresas mineras consiguen captaciones de aguas enormes y tienen prioridad sobre otros usos como el
consumo humano, ganadería y riegos, lo que provocaría escasez de agua para consumo de los pueblos y
para los ganaderos de la comarca.
GIGANTESCAS EXPLOSIONES, VIBRACIONES Y GRIETAS EN LAS CASAS CERCANAS:
En las casas cercanas a las minas pueden producirse graves vibraciones y desperfectos en las paredes.
PERDIDA IRREPARABLE DE MILES DE HECTÁREAS DE PASTOS, PINARES Y ROBLEDALES:
La minería a cielo abierto excava cuadrículas de varios centenares de metros o km de largo y ancho a varios
centenares de metros de profundidad.
Una vez abandonada la mina, sólo queda un hoyo enorme con roca madre inservible para la ganadería
o su explotación forestal.
DESAPARICIÓN DE ZONAS NATURALES COMO BOSQUES, PRADERAS O
RIBERAS DE RÍOS:
Se pierden irreversiblemente ecosistemas naturales que son nuestro patrimonio natural y un reclamo para el
turismo rural de calidad, con pérdida de recursos paisajísticos, micológicos y cotos de caza. (REBOLLAR VIVO)
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